si Dali hace gala de fregar los suelos con una jirafa coja que recoge los vomitos de debajo del techo del salón principal que linda con el onírico pedal de su bicicleta cuando cae la grasa por su propio peso elevado al cubo de pescado podrido y con ojos trises de gazapos rotos por la saliva densa de tu mirada furtiva cien perros nadan en estanques correderos de virtud almacenada en disco duro de tres por cinco ilusiones de celuloide acaecido por el vestido de lino sin mas preámbulo que la cicatriz que le dibujaba su carga antonomasia y circense Aclamado por la luz de la penumbra se redime de sonarse los mocos para golpear con insistencia la calefacción ya hace dos lustro que no muerden las marmotas y filtran cadáveres domingueros en la calzada del santuario religioso a al par que la cadena de oro formateada yace en una esquina techado por un desayuno famélico roce hacia la estación desde que tiene el cuello roto ya merma su sitio allá por las travesuras de un niño con hojas de color canela firmes damiselas que cocinan los tornillos justificado Cerradas mañanas con huellas despistadas que copian consejos de graduación de formas sobre tiernos almanaques que afloran luces bajas por el ancho refugio de quemados de primer grado Dando una fiera en este rincón no hablo del tiempo busco regordetes guantes que plagien mi delicada alma perezoso en pardas camas que anulan el estrangulado orificio no dejan ardor por ser tan gelidas que bruman los extraños cerezos que sujetan los animados embustes de los verdes pastos Y @trancos74 el 3er lugar Fistulas y masajes que arrancan la hoja, jacta el plato de tan rica hiel ummmmm desde cabos rasos a enanos bicefalos, roto tu lavaplatos no tengo por que rezar en este antro, si acaso, remuevo feliz tres trozos de viento Este es un mensaje directo para los miles y cientos de pérfidos y volados y rodeados y hastiados, solo y con red y machetes de los de shshshshshsh huele a fritanga flipas hartas cantas y pasas, no manches roces, mames o sobes
Se escuchaban los acordes sueltos, pero el devenir de los trenes impedía disfrutarlo bien. Era cuando entraba en el largo túnel cuando apreciaba de verdad la belleza auditiva de ese violín. Siempre hacia ese transbordo porque disfrutaba con esa música
Cierto día, pudo reconocer una melodía. Se trataba de un clásico que no escuchaba desde pequeño, la última vez que lo oyó fue a su padre antes de lo de la separación.
Nunca se había fijado en el intérprete: barba desarreglada, sombrero ocre y ese rostro, esos ojos… no, no podía ser. Acelero el paso.
El vagón estaba en calma y la enorme tripa de Rosa se había puesta muy dura. Dolía y de repente se sintió mojada. Avergonzada pidió ayuda, alguien en el vagón dio la alarma. -¡Si vengo de una… prueba de Monitor... Ah!- exclamaba entre contracciones. El tren se detuvo en la estación. Los sanitarios ya estaban esperando, el parto fue ahí mismo, todo muy rápido.¡ Una niña! Rosa pensó, ya despreocupada, que seria una buena anécdota para contar. Mientras la sacaban en camilla se fijo en el nombre de aquella estación, sonrió, estaba en Barrio de la Concepción.
Presentado al CONCURSO DE MICRORRELATOS ENTRELÍNEAS
No hacia ni dos minutos que había abandonado aquel apartamento y ya sentía nauseas. Eso le daba igual, lo que si le preocupaba era haberse convertido en un chivato.
Robert Danter padecía tisis y eso, aparte de provocarle una tos continua, lógicamente le consumía. Así, Robert, entre toses y tropiezos, termino de bajar las escaleras del viejo edificio para salir apresurado a la calle. Un olor a alcantarilla le inundo las napias y volvió a toser gravemente, a pesar de ello se encendió un cigarrillo. Lo necesitaba.
Tomó el primer tranvía que vio y huyó de aquella parte de la ciudad. Empezó a recobrar el aliento, el sudor hacia resbalar sus finas gafas. Robert recordaba el asesinato que había presenciado: Aquel desgraciado en el suelo, atado de pies y manos, tenía la osadía de defenderse con patadas y mordiscos como gato panza arriba. Su testimonio provocó el tiro de gracia.
Volvió a tener nauseas. Volvió a toser.
Presentado al Certamen de Microrrelatos ArtGerust. La Novela Negra.
-¿Ya estas aquí?, ¿estas lista?- Ella no hablo, alzo su mirada perdida y asintió levemente. El muchacho, nervioso, siguió hablando. Los dos jóvenes salieron apresurados de aquella farola que delataba su presencia. Su objetivo era andar hasta la playa, a unos metros de allí, en la oscuridad de la noche. La noche era sosegada y el mar les recibió con una orquesta de suaves olas. El monje sonrió tímidamente al ver a la pareja, tenía las ropas roídas y viejas. -¿Esta será mi boda?- pensó la chica -¿Con un pescador?, ¡Ni lo sueñes!-recordaba las palabras de su madre-¿quieres estar toda la vida limpiando pescado?- Suspiro al recordar la injusta discusión. El joven harto de su ausencia y con el corazón desbocado por toda aquella locura le susurro: -Oye, mira…….. si tu no… -NO-interrumpió ella, acariciándole sus mejillas – Yo…. te amo. El muchacho rompió a llorar, la boda secreta comenzó.
Mónica F.-Aceytuno @aceytuno
Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid se dedica desde 1991 a la divulgación de la Naturaleza en la prensa por lo que obtiene en el año 2003 el Premio Nacional de Medio Ambiente "Félix Rodríguez de la Fuente de Conservación de la Naturaleza" por su labor de difusión, y en el año 2007 el Premio Literario Jaime de Foxá.
El dos de octubre de 2008, se le entrega la Medalla de Honor del Colegio de Ingenieros de Montes.
Es columnista de ABC desde 1997, y colabora asiduamente en el suplemento NATURAL de ABC.
En la actualidad es la editora del portal de la Naturaleza www.aceytuno.com
Monica ha incluido la palabra tranco, propuesta por mi, a su diccionario de la Naturaleza. Todo un honor
Hoy tus caricias me saben a limosna. ¡Como añoro los fértiles días del estío!
Mis ojos arrojan fugaz rocío /el vapor a lavanda altera otro sentido /calmo mis dedos en tu morena espesura.
Abro su dura cáscara con el corazón de metal para comerme su rico cerebro- le enseñaba a su hermano pequeñoEl manto blanco que le rodeaba abrigaba todos sus sentidos, hasta el punto de sentir calor en tan frío paraje.
La distinción de reina del baile es para la araña, mira que presencia, ilumina todo, hasta el último rincón.Mi sombra se proyecta sobre los gigantes de asfalto y cristal , sólo soy vapor invisible en este incierto bosque.
Mis labios recorren el estrecho valle, a los lados dos voluptuosas montañas los observan. Quieren que hagan cima
Aquí en el mediterráneo la fiebre es por el oro líquido que baña de vida nuestros alimentos. Si te quisieras enfundar este majestuoso puente para apartar tan maravilloso pelo y despejar vuestra frente. De todo el plato variado de verdura que tenia, sus preferidos eran los Árboles para imaginar sus historietas
Presta y con seta roja en mano me enfrento al lluvioso otoño.La vieja cuchara ancha que ayuda a calzar a la abuela con sus pies hinchados Muro que agoniza al poeta. -¡Maldito! -grita-tu sombra me apaga. Tengo oro en el cielo, plata en el mar y por las noches los diamantes. Soy inmensamente rico pensó el pescador